AS CUENTAS DE LA VIDA*
Un hombre entró a un cementerio con el objeto
de saludar a un ser querido que estaba allí
sepultado. De repente se extravió por un sendero
y entró, sin darse cuenta, a un pabellón
donde observó algunas lápidas con inscripciones
fuera de lo común. Una de ellas decía: "Aquí
yace Alphonse Duval, quien vivió meses,
cuatro días y nueve horas". En otra encontró
esta leyenda: "Jamie Bruckwell, quien vivió siete
años, dos meses y veinte horas". Unos pasos
más allá, otra placa rezaba: "En honor de
Marthina Bhernalosky, quien vivió doce años,
setenta y dos días y quince horas". La cantidad
de inscripciones de esta clase le hizo suponer
que estaba en un cementerio de niños. En ese
momento vio venir a uno de los encargados del
lugar y le preguntó:
— ¿Por qué anotan el tiempo que estos niños
vivieron? ¿Por qué tantos niños muertos?
¿Acaso hay una maldición en este pueblo?
El cuidador respondió:
—En este pueblo tenemos la costumbre de
entregarle una libreta a cada joven que llega a la
adolescencia. En una de sus páginas debe
anotar los momentos más célebres de su vida;
en la otra, el tiempo que duró ese disfrute.
Desde entonces, el chico registra los momentos
en que goza inmensamente, y el tiempo que
duró ese gozo. Casi todos describen las
emociones que les produjo su primer beso, los
minutos que duró y la pasión que sintieron.
Registran una voz amable, un consejo recibido,
y el tiempo que duraron los sentimientos a
ellos asociados. El día del matrimonio, el
nacimiento del primer hijo, el viaje más deseado,
el encuentro repentino con alguien querido,
todos son acontecimientos que se anotan en
esa libreta, por lo que representan en nuestras
vidas. Este es el verdadero tiempo vivido,
porque existimos para ser felices, gozar de la
naturaleza, ayudar y estar en paz. Lo demás no
es vida.
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* Jorge Bucay. Cuentos para pensar. Recibimos este texto vía
Internet, bajo el título "El buscador".
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Publicado por VRedondoF para LCV el 7/05/2011 12:43:00 PM